La realidad es que no hay un tipo mejor que otro. Todas van encaminadas a lograr el desplazamiento de los dientes para conseguir la correcta funcionalidad y estética de la estructura dental. El ortodoncista es quien, una vez hecho el diagnóstico específico del caso en cuestión, deberá recomendar la ortodoncia ideal para el paciente.
Nunca es demasiado tarde para corregir los dientes del paciente. Siempre es posible mejorar la sonrisa de la persona en cuestión, ya sea por motivos funcionales o estéticos.
Si hay un periodo de la vida donde los aparatos tienen mejores resultados, es en la etapa de crecimiento. Cuando se produce el cambio de dentición, es decir, el paso de los dientes de leche a los definitivos, es el momento ideal para comenzar con la ortodoncia.
Los tratamientos de ortodoncia pueden durar desde uno hasta tres años. La diferencia temporal ente unos tratamientos y otros, se debe a que cada situación es diferente, adaptándose el tiempo del tratamiento a cada caso específico.
De esta forma, dependerá principalmente de un factor; el grado o tipo de maloclusión que tenga el paciente, es decir, el problema dental que presente el individuo.
Cuando una persona recurre a un tratamiento de ortodoncia, quiere visualizar los resultados lo antes posible. Así pues, estos no aparecen en una fecha concreta, sino que dependen directamente, del tiempo estipulado del tratamiento. Esto es, si una persona va a llevar el aparato en cuestión durante un año, podrá ver una serie de cambios en los primeros meses, mientras que, si la estimación para otro paciente es de tres años, las modificaciones no aparecerán de manera tan inmediata.
La higiene dental tiene una importancia radical en el cuidado de nuestra cavidad oral, siendo un factor fundamental para prevenir enfermedades. Si en condiciones normales, es un aspecto al que hay que prestarle atención, cuando la persona lleva algún tipo de ortodoncia, el cuidado debe ser aún mayor.
De este modo, el paciente que tenga una ortodoncia con brackets, tiene la responsabilidad de realizar el cepillado de manera más exhaustiva, con una mayor dedicación para evitar que la placa se acumule en los dientes y en las encías.
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Al comenzar con el tratamiento, el paciente puede sentir unas molestias por la inclusión del aparato en cuestión, pero esa incomodidad va desapareciendo progresivamente con el paso del tiempo. El dolor tiene su causa en los brackets, cuya presión sobre los dientes puede resultar desagradable para la persona, aunque depende mucho del grado de sensibilidad de la misma. Es posible que los alambres del aparato se suelten, clavándose en encías o labios.
Sin duda alguna, el mayor avance respecto al dolor es la aparición de Invisalign, que utiliza unas férulas transparentes, lo que conlleva terminar con las dolencias causadas por los brackets y por los alambres.
En el sector dental, hay varios tipos de ortodoncias, que en este caso vamos a organizar entre fijas y removibles.
Las ortodoncias fijas son aquellas que están compuestas por brackets que se adhieren a los dientes y que están unidos por una especie de arcos metálicos. Dentro de ellas, encontramos desde las más tradicionales, hasta algunas más modernas como los brackets Damon o la ortodoncia lingual, donde los brackets se colocan en la cara interna de las piezas dentales, lo que supone una gran la mejora estética.
Por otro lado, están las ortodoncias removibles. La principal cualidad es que son muy cómodas para el paciente, pues le permite extraerla durante el día para realizar acciones cotidianas como lavarse los dientes o simplemente comer. Dentro de ellas, podemos distinguir entre la ortodoncia infantil y la ortodoncia Invisalign, la cual ha supuesto una gran revelación en el mundo dental, con una especie de férulas transparentes prácticamente imperceptibles a la vista de los demás.
Respecto al precio, este varía notablemente en función del tipo de ortodoncia seleccionada. La estética y la comodidad son los principales factores que condicionan el precio final a pagar por el paciente. Aproximadamente, en términos normales, el precio para una duración media del tratamiento puede ir desde los 3000 hasta los 7000 euros.
Si hablamos de niños, el precio es inferior, situándose en valores por debajo de los 2000 euros.
A la hora de identificar cuándo se necesita una ortodoncia, lo primordial es observar si los dientes coinciden unos con otros y si la mordida se realiza de la manera adecuada. Pese a que hay gente que recurre al tratamiento para mejorar su estética, el sistema de ortodoncias tiene como objetivo lograr la correcta funcionalidad de los dientes, solucionando los problemas recurrentes.