Las prótesis dentales permiten recuperar la funcionalidad y la estética de la boca ante la pérdida de una o varias piezas dentales.
En la CLÍNICA DENTAL ARGARATE en el centro de Donostia-San Sebastián ofrecemos distintos tratamientos de prótesis dentales en función de las necesidades individuales de cada paciente. Si necesitas más información, no dudes en contactar con nosotros.
Las prótesis removibles están elaboradas con un material llamado resina y se apoyan en la mucosa y/o en los dientes dientes que aún se conservan para conseguir su estabilidad. Pueden retirarse con facilidad para su limpieza.
Dentro de las prótesis removibles, podemos distinguir dos tipos:
Este tipo de prótesis está indicada en aquellos pacientes que tienen una o varias zonas desdentadas en las arcadas, pero que aún conservan algunas piezas dentales. La prótesis se sujeta a estos dientes naturales gracias a unos dispositivos no rígidos, llamados retenedores (comúnmente «ganchos») y, en ocasiones, también descansan sobre el hueso cubierto de mucosa.
Lo más destacable de este tipo de prótesis es que su estructura está elaborada con diferentes tipos de aleaciones metálicas, lo que aporta una mayor resistencia a las fuerzas masticatorias y al desgaste.
Este tipo de prótesis se coloca en aquellos pacientes que no conservan ningún diente, abarcando toda la superficie de la cresta ósea, es decir, el hueso que anteriormente servía de soporte para los dientes.
Las prótesis completas removibles se denominan prótesis mucosoportadas, ya que se sujetan a la boca gracias a la encía y a la estructura de la prótesis, que ha sido fabricada a la medida de la boca el paciente para que encaje perfectamente con la forma del reborde donde va apoyada.
Gracias a los avances en el diseño de prótesis e implantología, este tipo de prótesis están cada vez más en desuso, ya que las prótesis fijas son una opción mucho más segura para reemplazar los dientes perdidos.
El problema de este tipo de prótesis prótesis radica en la inestabilidad que suponen para el paciente a la hora de comer o hablar.
Las prótesis fijas, como su propio nombre indica, se colocan de manera fija en la boca, por lo que el paciente no puede retirarlas en ningún momento.
Dentro de este grupo, podemos distinguir también dos tipos:
Cuando la corona del diente se encuentra dañada pero aún conserva la raíz, puede colocarse una prótesis dental fija sobre el diente previamente tallado.
Este tipo de prótesis suelen utilizarse cuando el diente ha sido dañado un traumatismo o una caries profunda. Antes de su colocación, el dentista prepara el diente, tallándolo de forma que posteriormente puede adherir la corona artificial. Esta corona puede ser elaborada con distintos materiales estéticos: porcelana, cerámica, zirconio… pero todos ellos ofrecen un resultado estético y natural.
En el caso de que haya ausencia de un diente, podrá recurrirse a un puente dental fijo. Este tipo de prótesis se apoya sobre los dientes existentes previamente tallados, con la particularidad de que lleva soldada una pieza artificial que actuará como el diente perdido.
Cuando se da la ausencia de una pieza dental, la opción más segura y cómoda es colocar un implante dental y, sobre este, una corona o prótesis fija que actuará como el diente perdido.
Esta prótesis se coloca una vez que el cirujano ha llevado a cabo la cirugía para la fijación del implante y el paciente ha superado con éxito la fase de osteointegración del mismo. A la hora de colocarlas, el dentista deberá hacer varias pruebas en la boca del paciente para asegurarse de que tanto el color como la forma de la corona artificial encaja perfectamente con el resto de dientes.
Las prótesis fijas son una opción mucho más cómoda para el paciente, ya que aportan prácticamente la misma sensación que un diente natural le permiten hablar y masticar con total normalidad.
DONOSTIA - SAN SEBASTIÁN